La Red Social: Soledad multimillonaria.

Desde el mismo comienzo del film, David Fincher perfila la personalidad del creador de Facebook en una escena de bar ya mítica, donde el guionista, Aaron Sorkin, lanza al espectador un retrato de Zukcerberg caricaturizado como  auténtico "gilipollas". Pero como todo buen relato de amistad truncada, esta historia de celos, traiciones y genios informáticos no sólo trata sobre el ahora multimillonario dueño de las vidas privadas de medio mundo, sino también sobre Eduardo Severin, la otra parte de la dicotomía en guerra, interpretado por una figura en alza como es Andrew Garfield. Por su parte,  Jesse Eisenberg borda al estático e inteligentísimo freak adicto al trabajo, que parece vivir en su propio mundo mientras todo lo que le rodea se desmorona en medio un sacrificio público de seducción por las luces y los colores. Todo en pos de la notoriedad en una Harvard de clubs elitistas y desparrame en fiestas ligeras de ropa.

En esta historia también se hace un hueco importante Justin Timberlake, producto enseña de la generación MTV que aparece en escena para reflejar la tentación  lucrativa de unos personajes en plena parálisis sentimental. Y es que este film se apoya en la evidente disfuncionalidad de las vidas que se dibujan, para redondear un retrato generacional de la juventud que precisamente Facebook ha ayudado a crear. Y postula, también, que el éxito de Zuckerberg nace tanto de su incapacidad para relacionarse como del instinto de sus privilegiadas neuronas para desarrollar una idea de mercado sin precedentes.  No obstante, más allá del tragicismo desolador de las escenas del juicio, donde la ruptura entre los dos personajes protagonistas goza de una dolorosa transmisión en pantalla; la cinta es tan fría como su protagonista. Aunque destila el excelente pulso narrativo de Fincher para el thriller; que en este caso utiliza para componer una mixtura entre drama de abogados y biopic que deja claro el potencial de estos genios de internet para amasar dinero, fortuna y descalabaros personales. Y es que este film no va a cambiar nuestras vidas, pero si la forma en que vemos nuestro perfil de Facebook al regresar a casa y encender el ordenador, anclaje social del siglo XXI.

Comentarios

  1. Muy interesante crítica. Amena, sucinta y precisa. El Blog, ya lo he comentado en otros comentarios, me parece IMPRESCINCIBLE !!!

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