Los Goya 2011.

Sí en efecto, la han vuelto a fastidiar, de poco sirivió el Teatro real como marco incomparable, ni importó que repitiera Buenafuente, pues tan sólo se consiguió una gala aburrida, falta de ritmo y sorpresas, y cuyo guión no hacía la menor gracia. Además, a falta de un público entregado, el único que parecía disfrutar era el tándem formado por Pilar y Javier Bardem. El resto de las gradas de actores, por no hacer, ni siquiera aplaudían o fingían una sonrisa. Muy triste. ¿Quieren que veamos cine español y ni siquiera saben hacer una gala en condiciones? Por encima de la polémica Sinde-De la Iglesia, primó el buen cine. Pa Negre resultó ser la vencedora con diferencia, con Goyas a los dos actores revelación, a la mejor actriz secundaria y protagonista, al mejor guión, mejor director y mejor película. Mientras, También la Lluvia tuvo que conformase con un mejor actor secundario para Karra Elejalde, cuyo discurso agotó ya el primer cuarto de la gala, Javier Bardem se llevó el Goya a mejor actor principal por Biutiful, y Balada Triste de Trompeta se quedó con las ganas. Proporcionalmente, Buried también salió contenta, con dos merecidísimos Goyas. En cuestión de estilo sobresalieron Silvia Abascal, con un vestido lleno de glamour en blanco y negro con lentejuelas, María Valverde (que sin embargo suspendió con ese horrible peinado) y Elena Anaya, de verde vaporoso. Ninguna de las tres tenía nada que envidiar a las estrellas de los Bafta´s, donde las invitadas no lucieron sus mejores galas, aunque sí que fuera mucho mejor su "gala", que terminó justo cuando empezaba la nuestra.
 
 
Lo mejor…

1 El momento canción, uno de los más frescos de la gala, protagonizado entre otros por Paco león y Luís Tosar, que demostró que además de ser buen actor y hacer break dance, sabe cantar.

2 Que Buried se llevase dos más que merecidos premios: mejor guión y mejor montaje.

3 El crudo discurso de Alex de la Iglesia.

4 El buen talante y savoir faire de Rosa María Sardá y Puigcorbé, donde hay calidad hay calidad. El desparpajo de Loles León y Carmen Machí como presentadoras momentáneas, y el tiento de Lola Dueñas, tras el momento Jimmy Jump.

5 El video de Buried en versión concurso televisivo, el único de los sketches que hizo gracia. Y el momento dibujos animados, otro de los pocos que divirtieron, con un Santiago Segura haciendo promoción de Torrente 4.

6 La natural actitud de Marina Comas, monísima recibiendo su Goya entre lágrimas, y la de Laia Marull, merecidísimo premio a mejor actriz secundaria por Pa Negre, con lo que redondea su carrera (ya tiene el Goya por mejor actriz revelación y mejor actriz protagonista).

7 Carlos Areces, cuya falta de nominación resulta escandalosa, y sus chistes al respecto.

8 La reivindicación de Mariscal, a favor de la pantalla grande, a pesar de su discurso deshilvanado. Y el comentarista de TVE, de lo poco de calidad de la gala.

9 “Mi hija lo único que quiere es la foto firmada de Mario casas” parte de un discurso que ejemplifica la naturaleza del público de las salas, y que poco se reconoce en la Academia.

10 El Dios-Resines, y la trampilla, otros de los pocos buenos momentos de la gala. Así como el final de Buenafuente, que empezaba la gala marcando paquete mientras descendía de los cielos y que la acababa yendo hacia los infiernos. Que el final de una gala sea lo mejor, da que pensar.

 
Lo peor…

1 El momento micrófono de Buena fuente, patético, nada gracioso e innecesario.

2 El extenuante, preparadísimo y larguísimo discurso de Karra Elejalde.

3 La triste copia del modo de presentación de los premios a mejor actor y actriz, calcados de los Oscar 2010.

4 La duración, larga y tediosa.

5 La postura de Pajín, que no aplaudió a Alex de la Iglesia tras su discurso.

6 En general la falta de chispa, de chascarrillos y sorpresas en los premios.

7 Que la gala del año anterior consiguiera ser buena y hayan pifiado la de este año, que encima era 25 aniversario.

8 La falta de chistes críticos y ácidos en el guión de Buenafuente.

9 La cara de decepción mal suavizada de Carolina Bang. Tronchante en contraste con la deportividad de Aura Garrido, guapísima.

10 Que Bardem recibiera más aplausos que el Dalai Lama, y el resto de la gala se quedase falta de ellos, siendo la madre de Buenafuente el público más entregado.

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