Los Vengadores: Asamblea de egos.

Los Vengadores intenta reunir en unas dos horas de metraje lo mejor de cada una de sus rutilantes estrellas de cómic (y de Hollywood) en una de las asambleas más esperadas de los últimos tiempos. Lo cierto es que Hulk acaba por resultar la estrella del show, principalmente por ser un personaje que brilla más en sus apariciones estelares que como protagonista de su propia película (y porque Mark Ruffalo es, de lejos, mejor elección que Edward Norton). Muy de cerca está la estelar figura de Robert Downey Junior. Con un personaje como Iron Man, era difícil para el resto de superhéroes poder seguir la estela del irónico, desenfadado y osado poseedor del traje con más "apps" del mercado. Y lo cierto, es que al espectador no le importa, es demasiado cool para molestar en pantalla. Mientras, el buenazo del Capitán América y Thor se apuntan al tema como secundarios de un show con mucha acción, pero asombrosamente, también con mucha conversación. Scarlet Johanson sale más que bien parada de semejante reunión de testosterona, a pesar de parecer siempre más cansada que sus contertulios, posiblemente porque le toca hacerlo todo sin escudo, traje, arco o martillo. Sin embargo, quien merece especial atención es el villano, un Loki encarnado por Tom Hidleston y sus ojos azules, quién dotado de mayor profundidad e intelecto que el resto de traficantes y rusos matones que suelen poblar el resto de producciones, el maquiavélico dios de Asgard sale victorioso de esta lucha de egos. A veces hasta roba escenas, un poco como la masa verde, pero sin gritar. En cualquier caso, y a pesar de que Jeremy Renner parezca tener más ganas de estrenar su nuevo Bourne que de lanzar flechas, o de que algunos personajes estén metidos con calzador; el guión demuestra bastante inteligencia y la película no decepciona en contenido, espectacularidad y equilibrio. Los alienígenas cumplen su cometido pasando por el portal de luz ultra cósmica y las frases míticas están aseguradas. La secuela, viendo el box office, debe de estar ya calentando motores. Aunque para quien se quede durante los créditos, estaba claro que eso ya lo pensaban los de Marvel mientras pasaban el blockbuster por la sala de postproducción.

Y es que, al fin y al cabo, los héroes siempre están ahí para cuando se les necesita, ¿no?

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