" Y el Oscar es para..."
...¿Michael
Fassbender? A esta Crítica Descalza
le encantaría escuchar tales palabras el próximo febrero en la gala de los
Premios de la Academia… y probabilidades hay. Acaba de ser nominado en los Independent Spirit Awards
y en los Satellite
Awards (¡sí!) y, al fin y al cabo, 12 años de esclavitud
no es Shame,
esto es, Fassbender
no sale desnudo y el film en cuestión toca temas trágicamente sensibles como el
esclavismo, aunque ¡Dios
salve a los americanos! no habla de impudicias sexuales varias. No
obstante, ambas películas han sido dirigidas por Steve McQueen,
al que hay que alabar eternamente por darle ese papel de preso en Hunger. Y es que
gracias a esos casi veinte minutos de monólogo, Mr. Fassbender es ahora parte
inestimable del star system. Con
todo, harto de ese paseo de ovejas que es hacer campaña para que luego ni
siquiera te nominen, tal y como le pasó hace un par de años, ha dejado claro
que estará rodando en Australia y que le
deja el peso promocional, por tanto, al estupendo Chiwetel Eijofor,
protagonista de la película y otro con muchas posibilidades tanto de estar
nominado como incluso de llevarse la estatuilla al salón (o al baño) de su
casa.
Y es que (aunque esto se dice siempre) los Oscar de este año están muy reñidos, en varios sentidos. Por ejemplo, hablemos del premio a mejor actriz. Nominadas van a estar tanto Meryl Streep (August: Osage County) como Sandra Bullock (Gravity), aunque el premio se lo van a dar, casi con toda seguridad, a Cate Blanchet por su meteórica actuación en Blue Jasmin. ¿Por qué? Meryl ganó hace un par de años y esa hazaña no va a repetirse hasta que no vuelva a vestir de dorado. Sandra, por su parte, ha sido nombrada Entertainer of the year por la revista Entertainment Weekly (que viene a ser como un premio a la popularidad) y su trabajo en la brillante cinta de Alfonso Cuarón está siendo alabadísimo, tanto como millones está haciendo la cinta en taquilla. Si no se hubiera llevado el premio por ese telefilm que era The Blind Side, este año podría ser una auténtica rival. Pero se lo dieron, y que Sandra Bullock tenga dos Oscar como actriz protagonista mientras Cate Blanchet sólo cuenta con uno como secundaria, es una situación poco plausible. Aunque claro, ahí está Hilary (dientes de conejo) Swan para romper con la regla de unos premios muchas veces rodeados de polémica. Sin irnos más lejos, el pasado febrero la nueva novia de América, Jennifer Lawrence, ganaba con sólo 22 años su primer Oscar por El lado bueno de las cosas; pasando por encima de la extraordinaria Emmanuelle Riva o de Naomi Watts (¿para cuándo su merecidísimo reconocimiento?). Con todo, American Hustle, también de David O.Russell ha triunfado en los premios de los críticos neoyorquinos (NYFCC) como mejor película, mejor guión y (lo más importante) premiando a Jennifer Lawrence como mejor secundaria. ¿Se repetirá el Oscar? Robert Redford, Jared Leto y Cate Blanchet también han sido premiados.
En
lo más alto de la lista de nominados tanto de los Espirit como de los Satellite
Awards aparecen 12
años de esclavitud y Nebraska
(de Alexander
Payne), aunque por supuesto hay que tener en cuenta que, como
su propio nombre indica, son unos galardones más motivados a premiar los
trabajos menos comerciales. De ahí, por ejemplo, que Nebraska cuente con
tanta ventaja. No obstante, esta lista sirve como primer baremo, al menos, de
ciertos nombres que sin duda se barajarán de cara al resto de entregas premios
que empezarán a florecer los próximos meses: Oscar Issac (A propósito de Llewy Davis),
Rober Reford
(Todo está perdido),
Mathew
McConaughey (Dallas
Buyers Club), Michael
B.Jordan (Fruitvale
Station), Mr. Fassbender y el también citado Eijofor. ¿Podría ser
que Shailenne
Woodley (la nueva protagonista de la distopía teen Divergente) entrase
en el cupo de Mejor Actriz? Puede. Lo mismo ocurre con July Delpy (Antes del anochecer),
aunque me inclino a una nominación por Mejor Guión para esta última, junto a Richard Linklater e Ethan Hawke.
Eso sí sería interesante. Lupita Nyong’o (12
años de…) está jugando también sus cartas, apareciendo en todo
evento de prestigio hasta la fecha, normalmente del brazo de otro miembro del
reparto, como ocurrió durante el pasado Governor´s Ball, o gala de premios
honoríficos de los Oscar donde Angela Landsbury fue homenajeada
por su carrera y Angelina Jolie lo fue por su labor
humanitaria. Con todo, hay muchos títulos y personajes que no están en las
quinielas de los Spirit o de los Satellite pero que sí estarán en la de los
Oscar, como la edulcoradísima El Mayordomo, Gravity
(Bullock y Cuarón), August: Osage County (y su
extenso reparto); Idris Elba y su Mandela:
Long walk to freedom; o la última (y larguísima: 3 horas) cinta
de Martin Scorsese: The Wolf of Wall Street. ¿Al
fin un Oscar para DiCaprio?
Descalzándonos completamente, como en este blog siempre se invita, hay
otro grupo de carismáticos personajes y películas que podrían dar la campanada
(o deberían) como Tilda Swinton (Only
Lovers Left Alive) y por qué no su partenaire Tom
Hiddleston; Julia Roberts o Benedict Cumberbatch
como secundarios por August: Osage County, Joaquin
Phoenix y la voz de Scarlet Johansson (que no su
cuerpo) por Her; el espléndido James
McAvoy tanto por Trance como por Filth
la (dicen ya) mejor actuación de su carrera; Spreaking Breakers
(y su director Harmony Korine) y ¿qué tal James
Franco?, la indie Frances Ha o para muchos una de las
mejores películas del año y ganadora en Cannes: La
vida de Adèle y sus dos protagonistas, la
homónima y Léa Seydux. Ah, y también está Mud,
ese otro gran papel de McCounaughey. Realmente opciones hay, ¿verdad? Con todo
es posible que las incógnitas sean menos de las que parecen, aunque sin duda el
Kodak Theatre volverá a llenarse de grandes nombres, quizá
este año más que nunca. Entre tanto se van a dar tantísimos premios que
posiblemente se pierda la gracia, como pasó con Anne Hathaway,
o puede que la carrera se haga más trepidante. Y es que estos
meses de dilatada espera casi acaban por ser más excitantes que la propia gala
de los Oscar. Una ceremonia a la que, sólo sea por verle
caminar la alfombra roja de esmoquin, cabe esperar que Mr.
Fassbender acuda y, quien sabe, quizás escuche aquello del “y
el Oscar es para…”
Crucemos los dedos.
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