Dedicado a: Leonardo DiCaprio
Dediquémosle a Leo un artículo
antes de que gane el Oscar (o por si desgraciadamente no lo gana) porque es
hora de un reconocimiento. Que la Academia tome nota, por favor.
Todo esto surge a raíz de El Lobo
de Wall Street, claro. Qué brutalidad de actuación, sinceramente, ¿qué más
esperan que demuestre este chico? Al salir del cine empecé a pensar en los
papeles de DiCaprio y me reiteré en mi conclusión de que jamás ha fallado.
Puede que haya alguna película del montón por ahí, como El hombre de la máscara
de Hierro o Rápida y mortal; o que no todos sus films hayan sido un éxito de
crítica o público (Celebrity, Gatbsy, Shutter Island) pero él siempre lo ha
dado todo como actor, con espléndidos resultados. Y esto es pura objetividad.
Las cosas son así, que vayan al psicólogo los que no le soporten.
Dejando atrás sus comienzo en tv
la (ingente e impresionante) lista de títulos cinematográficos (27) casi no
tiene mácula. Tres de sus primeras cintas, Vida de este chico, ¿quien ama a
Gilbert Grape? y Diario de un rebelde dejaron claro que el jovencísimo
intérprete tenía lo que se necesita en Hollywood para convertirse en estrella
emergente (eclipsando, por el camino, a Johnny Depp). Aunque indudablemente la
locura llegase con Titanic. La semilla de rebelde adolescente con sex-appeal
movilizador de hormonas ya la había plantado de la mano de Baz Luhrman en su
adaptación de Romeo y Julieta junto a Claire Danes; pero el hundimiento del
barco insumergible y su romance con Kate Winslet le llevaría a la cima del
éxito y también marcaría el comienzo de sus extrañas desavenencias con la Academia,
cuando no fue nominado por el papel de Jack y tampoco acudió a la ceremonia
donde el film de James Cameron se llevó 11 estatuillas. Yo tenía nueves años
cuando salió Titanic, fue mi primera obsesión cinematográfica. Quería saberlo
todo sobre el suceso histórico, sobre el proceso cinematográfico y, claro,
también tenía forrada la carpeta con fotos de Leo, Kate y ese beso en proa que
junto con la voz de Celine Dion ya forma parte del imaginario colectivo del
mundo. Era demasiado pequeña para ir a verla al cine y mis padres la compraron
en VHS, no me moví del sillón en tres horas y es posible que sea la película que más veces he
visto en mi vida. Por eso, cuando la re-estrenaron en 2012 por el centenario en
3D y pude verla dos veces, una de ellas en el Imax de Londres-Waterloo, creo
que fue uno de los mejores momento de mi vida cinematográfica. Por fin pude
llorar en pantalla grande. Y, claro, aprovechando que estaba en Reino Unido,
visitar toda exposición sobre el barco que estuviera a mi alcance, incluido el
museo de Belfast, donde se construyó el navío. Toda esta información personal
sólo sirve para dejar claro que yo fui de esa generación, la de Titanic, la de
Leo. La de los noventa. Y he crecido viéndole crecer en sus películas al mismo
ritmo que iba evolucionando mi amor por el cine. DiCaprio acaba de cumplir 39
años ¿cómo ha pasado? Pero sigue conservando ese rostro juvenil y esos ojos
azules voraces.
Poco a poco, año tras año,
trabajo por trabajo, ha ido cimentando poco a poco su posición en Hollywod,
afianzó su talento, fue evolucionando como actor y ha ido añadiendo modelos a
su lista de parejas sentimentales, resumida por Amy Poheler y Tina Fey en los
pasados Globos de Oro. No obstante, su actual posición en la industria hoy en
día es inmensa, siendo también activista a favor del planeta y la biodiversidad
con su propia fundación. Cinematográficamente es posible que Gangs of New York
marcase una clara diferencia, porque le permitió conocer a Martin Scorsese, con
quien ha formado uno de los tándems cinematográficos para exitosos y prolíficos
de Hollywood. Desde entonces no ha dejado de trabajar con otros grandes
directores y ha regalado actuaciones para el recuerdo: Atrápame si puedes, El
aviador, Infiltrados, o Diamante de sangre. Con Revolutioanary Road tuvimos la
oportunidad de imaginar qué habría sido de Rose y Jack en la América de los
años cincuenta; y es que en esta película dirigida por Sam Mendes (entonces
marido de Winslet) los dos actores volvieron a reencontrarse si bien llevaban
siendo amigos desde 1997.
A continuación
vinieron dos de mis títulos favoritos y dos de sus mejores interpretaciones: Origen
y Django Desencadenado. Entre medias J.Edgar, El gran Gatsby y su última
aparición: El lobo de Wall Street, que es su quinta colaboración (y sin duda la
más compleja) con Martin Scorsese. Un proyecto personal que ha sacado el mismo
adelante como productor. De sus numerosos trabajos, ha sido nominado a los
Oscar 3 veces (Gilbert Grape, El aviador y Diamante de sangre), sin haber
ganado nunca ninguna estatuilla, si bien tiene en casa dos globos de oro por El
aviador y recientemente por El lobo de Wall St por la que también ha vuelto a
ser nominado como mejor actor en los Oscar 2014. Dada la trágica injusticia del año pasado,
cuando ni siquiera fue nominado como secundario, las esperanzas están puestas
en el próximo 2 de marzo, cuando podría por fin llevarse el premio a casa. Su
máximo competidor es Mathew MacConaughey, y ambos tienen posibilidades. No
obstante, ya es hora de que Leonardo Dicaprio sea finalmente reconocido por su
carrera y sus aciertos actorales. Pero ¿cuántos inmensos actores hay sin Oscar?
¿Cuántos tuvieron que conformarse con un Honorífico? Esperemos que no sea el
caso, a pesar de todo, lo importante es tener talento y trabajo y a DiCaprio no
le faltan ninguno de los dos.
¿Brindaremos por su Oscar?
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