Encuentro con Danny Boyle (Trance)

Trance, la nueva película de Danny Boyle se estrenó el viernes 14 de Junio en toda España. No obstante, el pasado miércoles 12 de Junio unos cuantos afortunados tuvimos la oportunidad de ver el pre-estreno de la película en los cines Kinepolis de Madrid con motivo de la entrega de premios del concurso ¿Quieres ser crítico de cine? de la revista Guía del Ocio. Sin embargo la auténtica sorpresa fue que ¡allí estaba Danny Boyle! El mismísimo director apareció por sorpresa para presentarnos el film y se quedó después del pase para una interesante ronda de preguntas.

Boyle, ante todo, es un tipo afable, amable, y con un gran sentido del humor. También profesa un evidente amor por el cine; y aún más importante, por el público que ve cine. Todo esto fue fácil de comprobar desde el momento en el que puso el pie en la sala, acompañado de su inseparable intérprete, y saludó con un "¡Hola!" en perfecto castellano. La ronda de preguntas llevó primero al tema de la creación de Trance. Boyle dijo que estando inmerso en la preparación de la ceremonia de apertura de Los JJOO de Londres del pasado año, tuvieron la suerte de poder desconectar de un evento con tantos detalles a tener en cuenta y burocracia; y tomarse un break lo suficientemente largo como para poder rodar Trance. "Nos tomamos un respiro de los Juegos Olímpicos y esto fue lo que salió" se echaba a reír el director. Puesto que si hay algo claro es que en Trance nada es lo que parece, y desde luego muestra un nuevo horizonte de lugares oscuros para refugio de este director inglés, que amplió su público de fans incondicionales (Trainspotting, 28 días después) con el éxito internacional y ganador del Oscar, Slumdog Millionaire.

Sobre la trama del film, Boyle comentó que su idea del cine implica que "el espectador salté de la butaca. Que sienta algo y que se quede pensando sobre ello. Que se diga "¿qué coño es esto?". Gran fan de David Lynch, Boyle también habló sobre el peso de la música en sus películas. Siendo de los primeros en usar una banda sonora compuesta por temas musicales y no una BSO de orquesta al uso, comentó: "Yo elijo, con el quipo, personalmente las canciones. Lo considero muy importante. Es cierto que en su momento nos criticaron por ser muy MTV. Una película (Trainspotting) rodada en Inglaterra, con actores y producción inglesa, pero muy MTV ¿sabes? - ríe - no obstante nos lo tomamos más bien como algo positivo".

Sobre el tono desconcertante y oscuro que desprende el film, centrado en la hipnosis, Boyle comentó que "John Hodge, uno de los guionistas, es médico. Resulta que los médicos tienen un sentido del humor muy negro y eso nos sirvió muchísimo para el guión de esta película" "Por ejemplo, tienen este código propio, como un idioma, con el que se comunican sin que el paciente sepa lo que están diciendo. Usan siglas (con significados un tanto duros) y verdaderamente no es algo políticamente correcto, pero demuestra ese reverso oscuro". También dejó claro que si bien la hipnosis es real, y que hay un 5% de la población que es proclive a caer más fácilmente en trance, como actores acostumbrados a convertirse en otras personas o hijos únicos; añadió que él no se veía capaz de prestarse a ello:"Yo no haría hipnosis. Principalmente porque no querría empezar a decir la lista de actores con los que quería trabajar, pero que al final no pude conseguir".

Hacia final, le preguntaron por dos elementos importantes del film. Por un lado, la relevancia del personaje femenino de Rosario Dawson: "Mis hijas siempre me decían que no hacía películas donde la parte fundamental fuera una mujer. Y es cierto que en el cine hay muy pocas películas donde sea una figura femenina quien vertebre el argumento del film. En Trance tenemos, al fin, al personaje de Rosario Dawson que va tomando importancia". Por otro: Goya, el autor del cuadro alrededor del que gira la trama de Trance. "¡Goya! Es vuestro hombre. Hay un antes y un después de Goya!" dijo, añadiendo que la influencia del pintor resulta clave en la historia del arte, incluso hoy en día. "Fue un hombre innovador". Además, dijo que "El Museo del Prado se portó maravillosamente con nosotros, permitiéndonos copiar el cuadro y crear una réplica. Nuestro mayor miedo era que el cuadro fuera robado del Prado mientras hacíamos la película. Había sido muy embarazoso".

Cuando acabó la ronda de preguntas y el público asistente comenzó a dispersarse, unos cuantos intrépidos nos acercamos a Boyle, que de nuevo demostró ser un hombre cercano, paciente y amigable al que no le importó quedarse un rato más firmando, tomándose fotos y charlando con quienes quisiéramos hacerle alguna pregunta más. La mía fue relativa al actor escocés James McAvoy, co-protagonista del film: ¿Por qué eligió a este actor para uno de los papeles clave? Boyle contestó que "James actúa de forma brillante. Es un gran actor. Cuando le conocimos pensamos que quizá fuera un tanto demasiado joven para el papel, tiene esa cara tan joven, pero cuando hizo la audición lo clavó, fue perfecto." También comentó que McAvoy resultó una buena elección para representar las dos facetas de su personaje y evolucionar ante la cámara. "Es un actor que va a ir ganando, cuando tenga cuarenta años seguirá teniendo un aspecto juvenil, pero será diferente. Sólo puede crecer como actor. Es brillante".

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